Clima de Tucumán

En el extremo noroeste se encuentra el clima árido de alta montaña, con temperaturas medias entre los 23 y los 26°C, amplitudes térmicas diarias y anuales muy marcadas y precipitaciones nivales y puntuales según el relieve.

Al oeste de la provincia encontramos la influencia del clima árido de sierras y bolsones, con temperaturas medias anuales entre los 19 y los 23°C, amplitudes térmicas muy marcadas tanto en el día como en el año e insuficientes y torrenciales precipitaciones de verano.

En el centro el clima subtropical serrano se caracteriza por las temperaturas medias de 19 a 27°C y precipitaciones de tipo orográficas.

Finalmente el clima subtropical con estación seca se desarrolla al este, con temperaturas superiores a 27°C y precipitaciones concentradas en los meses más cálidos.

El ciclón continental que se forma al comienzo de la estación cálida sobre el área chaqueña, atrae hacia el interior del país a los vientos del nordeste, cargados de humedad por su origen atlántico. Al chocar con los relieves serranos, los vientos se elevan sufriendo un enfriamiento y provocando lluvias cuya cantidad aumenta con la altura, aproximadamente hasta los 1 200-1 500 m, según la orientación de los cordones.

Alrededor de los 2 500 m se produce un segundo horizonte de precipitación, que asume a esta altura otras formas de condensación.

Altitud y precipitaciones son factores que modifican las temperaturas teóricas que corresponderían a la provincia por su ubicación. De este modo los llanos secos del oriente presentan temperaturas más extremas que en la zona húmeda del pie de la sierra, donde posiblemente los promedios diarios sean los mismos, pero las amplitudes son mucho menores que al oriente, con mediodías más cálidos y noches más frescas y con mayor riesgo de heladas.

Ese hecho sin duda constituye una limitación para cultivos que, como la caña de azúcar, son muy sensibles al frío.

Sobre el horizonte serrano se destacan como islas los Nevados del Aconquija, en los que el límite climático de la nieve se halla a 5 200 m, presentando el mayor del campo de nieve en el cerro de los Cóndores o de las Dos Lagunas. En lugares sombríos bien protegidos, pequeños manchones de nieve pueden persistir aún a 4 500 m.

Contrariamente a lo que cabría esperar, los campos de nieve son más reducidos en el invierno porque el viento los dispersa. En verano el incremento de las precipitaciones compensa los efectos de la temperatura que intensifica el proceso de derretimiento.

Por la disposición de los relieves, el ámbito tucumano recibe también la influencia ocasional de los vientos marítimos del cuadrante sudeste, que originan lloviznas invernales, más persistentes que las torrenciales lluvias del verano, pero de monto mucho menor.

Haz un comentario