Biomas de Tierra del Fuego

Al sur de Tierra del Fuego, la permanente humedad y el ambiente frío reinante dieron origen a los manchones verdosos y colorados de las turberas aún activas que invaden los fondos anchos de los valles occidentales y las depresiones más amplias de la península Mitre, donde alcanzan los mayores espesores.

El bosque austral caducifolio de lengas y ñires se opone a la faja siempre verde del bosque lluvioso de canelos, maitenes y coihues del sur, el que remata el extremo sudeste de la isla, más marítimo, con escasa nieve y hielos, pero con mayores precipitaciones pluviales.

El calafate abunda en diversos ambientes; en el sotobosque crecen mata negra, chaura, parrilla y otras herbáceas y gramíneas.

El llano nordeste de Tierra del Fuego se encuentra poblado de arbustos y desprovisto de árboles, con campos pastosos, aptos para la ganadería, seccionados por valles y cañadones, característicos de la estepa patagónica.

A la plenitud de la vida vegetal se opone la relativa ausencia de fauna, que se refugia en las montañas. Entre sus especies de destacan zorro colorado, guanaco, piche, que acreditan la continuidad territorial de la vida de la isla con el continente y conviven con especímenes foráneos sumamente dañinos, como el conejo y el zorro patagónico. Existen aves, algunas de las cuales sobresalen por su extraordinario tamaño (cóndor, albatros) y otras por su carácter migratorio.

En las recortadas costas, los acantilados y playas constituyen el hábitat idóneo para la vida que prospera en el litoral y en el espacio descubierto por el reflujo marino: lapas fueguinas, mejillones y cholgas.

El bioma Antártico ofrece escasa vegetación. Prosperan especies inferiores en forma de manchones aislados, en las áreas libres de hielos, gracias a la acción de las aves, que les proveen con sus excrementos las sustancias minerales básicas.

De ese modo las zonas deprimidas hacia donde convergen los hilos de agua que acarrean las heces diluidas, resultan sitios propicios para la flora criptogámica. Esta es la que más éxito ha tenido en su adaptación a las condiciones de sequía y bajas temperaturas, en especial los líquenes compuestos por algas y hongos, los que colonizan las rocas desnudas formando un tapiz orgánico que es aprovechado por otras plantas.

Si bien el borde permanente de los hielos señala el límite estricto de la vegetación, no sucede lo mismo con la cubierta nívea, donde muchos líquenes y musgos resisten, aun en zonas donde las ventiscas persisten.

La fauna, mucho más desarrollada, presenta elefantes marinos, focas, orcas e incluso ballena franca y ballena azul, el mamífero más grande del mundo que se establece en aguas tranquilas, más cercanas al continente.

En las Islas Malvinas se han formado las turberas. Su tapiz continuo se extiende en los valles; en las laderas de los cerros, donde la lluvia es más copiosa, aparecen como manchones aislados de tonos verdosos y ocres. Por su naturaleza turbosa, los suelos son intensamente ácidos y muy pobres en fósforo, calcio, potasio y nitrógeno, y no aptos para el desarrollo de forrajeras inducidas.

Solo en el borde de los arroyos donde existieron pingüineras, la condición de los suelos mejora, gracias al poder fertilizador de excretas que contienen fosfatos, nitratos y materia orgánica.

Por su posición en la inmensidad del océano Atlántico, las islas constituyen una especie obligada para las migraciones anuales de la mayor parte de las aves acuáticas. La fauna nativa es pobre. Predominan las aves marinas (avutarda, pato vapor, gaviotas, cormoranes y golondrinas de mar), algunas formando colonias en las islas más remotas, como los albatros y petreles. Las colonias de focas peleteras, elefantes y lobos marinos acusan en sus disminuidas manadas los estragos de las cacerías.

 

Áreas naturales protegidas

Las áreas protegidas están orientadas a la conservación de muestras representativas de los diferentes ecosistemas terrestres y marinos. En el área terrestre, comprenden sectores de la estepa fueguina, de la región de bosque andino patagónico y del ecotono entre las citadas regiones. En relación con el área marina, debe considerarse las zonas marítimas del océano Atlántico y el Canal Beagle.

La provincia cuenta con parques nacionales, reservas naturales, ecológicas, históricas, turísticas, recreativas, de cultura natural, áreas naturales, todas ellas bajo administración provincial y municipal.

Parque Nacional Tierra del Fuego, creado con el objetivo de proteger la porción más austral de bosques subantárticos y una pequeña parte de costas sobre el Canal Beagle.

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