Relieve e Hidrografía de San Juan

A pesar de que la formación que se distingue en primer lugar es la Cordillera de Los Andes, debido a su continuidad y mayor altura, no debemos dejar de lado las sierras pampeanas ubicadas en el este provincial.

El sistema pampeano se inicia en San Juan en el Campo de Ischigualasto o Valle de la Luna, y consiste en una gigantesca hondonada en la que se ha preservado numerosos fósiles de la flora y la fauna de la Era Mesozoica. El límite de esta cuenca es marcado por la Sierra de Valle Fértil, con alturas superiores a los 2 000 m; más adelante continúa con la Sierra de la Huerta, al sur de la cual una serie de pequeñas sierras llegan hasta San Luis.

Hacia occidente, levantándose sobre la chata línea de la Travesía del Bermejo o de Ampacama, se eleva la Sierra de Pie de Palo, con su altura máxima en el Mogote Corralitos. Es la única en todo el sistema de las sierras pampeanas que se encuentra al oeste del sistema del río Bermejo; aquellas abarcan una extensión mucho más amplia en las provincias del centro-oeste del país que en San Juan.

Compartida con la provincia de La Rioja se extiende una amplia zona llana, en cuya parte meridional encontramos otra formación típica de las planicies intermontanas: debido a la carencia de desagüe exterior, en ellas afluyen ríos y arroyos que dan como resultado formaciones salinas, en este caso las Salinas de Mascasín y La Pampa de las Salinas. En sus proximidades suelen presentarse pantanos temporarios en la época de las precipitaciones.

Por el oeste, más allá de la Travesía del Zanjón y el Valle del Bermejo, se elevan las cumbres de la precordillera de La Rioja, San Juan y Mendoza, con las mayores alturas y la mayor amplitud en San Juan. Limitada al este por la línea de falla en donde se encuentran ubicadas las ciudades de San Juan y Mendoza, la precordillera está formada por una media docena de cordones orientados en el sentido de los meridianos y separados entre sí por angostos valles intermedios.

Todos los cursos fluviales originados en la precordillera andina han debido labrar estrechas gargantas. Por esta causa la sección de San Juan queda dividida en tres tramos.

El primero de ellos se encuentra al norte del río Jachal, donde la Sierra de la Punilla forma el límite con La Rioja; más al sur se ubican las Sierras del Volcán y de Yanso, entre otras. Entre los ríos Jachal y San Juan, los cordones más importantes son los del Tigre, Invernada y Talacasto.

Al este se encuentra el segundo tramo, separado por la árida Travesía de Matagusanos. Allí se alza la Sierra de Villicún, cuyas alturas decrecen hacia el oriente.

El tercer tramo se extiende desde la Sierra de Tontal al oeste, hasta las Sierras del Zonda (Alta y Chica) al este.

Todo el sistema muestra las huellas de la aridez reinante. Pese a que alcanza alturas superiores a los 4 000 m, no llega hasta el límite de las nieves perpetuas, y por lo tanto carece de nevados. Sus cumbres son redondeadas, denunciando la antigua penillanura, y los faldeos están cubiertos de escombros, producto de la desagregación mecánica.

Al oeste, la precordillera cae a una larga faja deprimida que la separa de Los Andes. Una extensa fosa tectónica se inicia al norte, en el valle del río Blanco, y se continúa al sur de los bolsones de Rodeo-Iglesia-Calingasta-Barreal-Uspallata, este último en su mayor parte en Mendoza.

Desde el punto de vista morfológico, hay diferencias entre la Cordillera Principal o del Límite y la Cordillera Frontal. La primera se dispone como una larga cadena, sinuosa e ininterrumpida, y conlleva la divisoria de aguas y el límite con Chile. La segunda aparece como una serie de altos macizos que se desprenden oblicuamente de la anterior, separada de ella y entre sí por quebradas y valles transversales.

En ambos sistemas, los pasos son muy altos y de tránsito difícil, prácticamente imposible en invierno. La sequedad ambiente lleva el límite de las nieves eternas por encima de los 5 000 m. Así como en la precordillera predominan los paisajes de escombros, en la Cordillera Frontal aparecen cumbres con lomo chato o apenas ondulado.

Además, son frecuentes las rocas volcánicas, escasos glaciares y depósitos morrénicos, como los que se dan en el Macizo de la Ramada, donde se halla el Cerro Mercedario, la mayor altura de la provincia.

Los ríos pueden ser definidos como “de deshielo”, es decir que su caudal aumenta notablemente con el derretimiento de las nieves y los pequeños glaciares, al final de la primavera y en verano. En invierno el caudal es muy escaso y se mantiene por un pequeño deshielo provocado por la fuerte insolación diurna propia de las montañas y por un cierto aporte de aguas subterráneas.

A excepción de los esporádicos cursos de la vertiente oriental de las Sierras Pampeanas, los demás ríos sanjuaninos integran la Cuenca del Desaguadero.

El río Bermejo, nombre que toma el colector común en San Juan, aparece proveniente de La Rioja y cruza la provincia por un ancho y árido valle. Su cauce está casi siempre seco, sin hacer prácticamente ningún aporte a la vida sanjuanina.

Muy distinto es el caso de los otros grandes ríos, el Jáchal y el San Juan.

El río Jáchal, proveniente también de La Rioja, drena un extenso frente cordillerano. Avanza por la depresión interpuesta entre la Cordillera y la Precordillera con el nombre de río Blanco, y después de confluir con el arroyo Iglesia -aquí se emplaza el Embalse Cuesta del Viento, presa hidroeléctrica y atractivo turístico para los deportes náuticos y de aventura-, atraviesa la Precordillera por una angosta quebrada de erosión, que el río ha debido labrar en las rocas que se interponían en su curso.

Aprovechadas sus aguas por medio del Dique Derivador de Pachimoco, en el oasis de Jáchal, ya es un río alóctono que prosigue hasta perderse en los arenales del este, y que sólo esporádicamente arriba al cauce seco del Bermejo.

Similares características presenta el río San Juan, el de mayor caudal de toda la cuenca del Desaguadero. Desarrolla su nutrida red íntegramente en la provincia: sus principales afluentes surcan la depresión tectónica occidental y ya como río San Juan atraviesa también la Precordillera por una quebrada antecedente, a la salida de la cual sus aguas son aprovechadas en el gran oasis de la ciudad de San Juan, donde se concentra la mayor cantidad de actividades económicas y de población.

 

República Argentina     40 117 096 habitantes.

Provincia de San Juan        681 055 habitantes.

 

La presa de Embalse Quebrada del Ullum permite sistematizar los irregulares caudales. Una vez sorteada una serie de diques y canales distribuidores que angostan el curso alóctono, el río San Juan prosigue hasta las casi extinguidas Lagunas de Guanacache, límite con la provincia de Mendoza. Estas consisten en una extensa área que, desde la unión del río San Juan con el Mendoza, se extiende hasta San Luis, donde recibe los escasos aportes del río Bermejo.

Se considera al conjunto lagunar como la desembocadura de los cursos nombrados. En la actualidad sólo presenta una serie de bañados, lagunitas y cauces pobres en proceso de desecación.

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