Relieve e Hidrografía de Salta

La dirección del relieve salteño es de norte a sur y decrece en altura desde el oeste hacia el este.

El Chaco Salteño es una vasta extensión integrada a la gran cuenca sedimentaria. Su relieve es muy movido en la zona de contacto con las Sierras Subandinas, con lomadas anchas y bajas, interpuestas entre los amplios valles por donde escurren los ríos y arroyos. La pendiente disminuye rápidamente hacia el este, donde se presenta una planicie extraordinariamente nivelada, en la que el curso del río Bermejo se anastomosa y los demás se pierden en lagunas, esteros y bañados.

Existe también en ese sector un conjunto de paleocauces que acredita el constante desplazamiento del curso del río Pasaje o Juramento hacia el sudeste hasta alcanzar su posición actual.

Las Sierras Subandinas se presentan formando dos encadenamientos principales, muy disectados por la acción erosiva de los grandes ríos que han labrado las llamadas puertas (valles antecedentes), por las que se abren paso hacia la llanura chaqueña: el río Bermejo, por la puerta de Orán, y el Juramento, por la de Metán. Estas entradas son también los canales por los que se establece la comunicación entre el noroeste y el nordeste.

El encadenamiento oriental, muy discontinuo, está integrado por las Sierras de Tartagal y las Sierras Alto Río Seco o Cumbres de San Antonio, al norte del Bermejo.

Las elevaciones al sur en la cuestionada zona de frontera con Jujuy son las Sierras del Centinela (Jujuy), las Sierras de Ronda y las Sierras del Maíz Gordo, que entroncan con los Cerros de la Cresta del Gallo, La Lumbrera y San Antonio, prolongándose al sur del río Juramento en las Sierras Coloradas y de la Candelaria o de Castillejos, ya en la frontera con Tucumán.

El río Bermejo y su afluente, el San Francisco, dejan al oeste la Sierra Baja de Orán y otras que, como las del Porongal, del Cerro Negro y Santa María, enlazan el grupo occidental de las Sierras Subandinas con las Sierras de Santa Victoria y Zenta, integrantes de la cordillera Oriental. Ambos sistemas fueron originados por los movimientos que provocaron el levantamiento de los Andes.

Más al sur, dejando al este la depresión Guemes-Metán, el encadenamiento integra las Cumbres de Castillejo y de las Peñas Blancas, las Sierras de Guanacos, Carahuasi, Metán y otras que terminan confundiéndose con las estribaciones septentrionales de las Sierras Pampeanas, que tienen su más definida manifestación en las cumbres Calchaquíes.

La depresión tectónica del Valle de Lerma separa el ambiente subandino del de la cordillera oriental, a la que pertenecen los Nevados de Chañi y del Castillo y las imponente Cumbres del Obispo, que hacia el sur entroncan con las Sierras Pampeanas.

Al pie del Nevado de Acay se extiende una extensa depresión longitudinal que surca el río Calchaquí y su confluente austral, el Santa María. En la margen oriental se alzan las Sierras de los Pastos Grandes y el Nevado de Cachi con su cumbre máxima, el Cerro Libertador Gral. San Martín.

Una serie de cerros que se prolongan al sur, empalmando con el Nevado del Catreal, lleva la divisoria de aguas entre la cuenca del río Guachipas y las cuencas interiores de la Puna, que presenta entre sus cordones interiores la extremidad norte de la Cordillera de Calalaste, al occidente de la cual se incrementa el número de conos volcánicos, como por ejemplo el Volcán Socompa y el Volcán del Azufre, entre otros.

Las depresiones relativas son las que juegan el papel más importante de la localización de la población, que se refugia en los grandes valles. De las quebradas se deslizan las vías de circulación.

Los valles se presentan escalonados de este a oeste. En posición central, el Valle de Lerma, asiento de la ciudad de Salta, es una cuenca tectónica (fosa de hundimiento posteriormente rellenada por sedimentos modernos), surcado al norte por el río Mojotoro, tributario del Bermejo, y al sur, por el Guachipas, que confluye con el río Arias, dando nacimiento al río Pasaje o Juramento.

 

República Argentina     40 117 096 habitantes.

Provincia de Salta                    1 214 441 habitantes.

 

Rasgos contrastantes ofrecen al oeste los Valles Calchaquíes, de origen tectónico. Sus colectores, los ríos Calchaquí y Santa María, confluyen al este de Cafayate para alimentar al río Guachipas. Los Valles Calchaquíes exhiben al desnudo una extraordinaria riqueza de formas labradas por el viento y las lluvias torrenciales. Estas alimentan ríos y arroyos temporarios, los cuales construyen, al pie de las laderas y en la boca de las quebradas, un paisaje de acumulación en el que se destacan potentes conos de deyección.

Las aguas de riego permiten aprovechar la aptitud de los valles.

Pueden distinguirse tres tipos de sistemas de drenaje: el integrado a la cuenca del Plata a través del río Pilcomayo y de los colectores Bermejo y Juramento; el de la zona puneña, de drenaje centrípeto, y el endorreico, que desciende desde la vertiente oriental de las sierras bajas del sistema subandino directamente a la Llanura Chaqueña.

Los ríos de la cuenca del Plata tienen sus nacientes (con excepción del Pilcomayo) en el borde de la Puna, en cursos que descienden siguiendo la pendiente general del terreno, para alcanzar, después de sucesivas confluencias, los valles inferiores.

Aguas abajo de las Juntas de San Francisco, donde confluyen el Bermejo superior, y el Grande de Tarija, la pérdida de pendiente provoca el ensanchamiento del cauce del Bermejo, que se abre en gran número de brazos, se anastomosa y encierra multitud de islas formadas por los materiales aluvionales, cambiando de cauce durante las violentas crecientes estivales. En el paraje denominado El Desemboque, sus caudales invaden el curso de su antiguo tributario, el Teuco, y desde allí toma su nombre.

Por el viejo cauce escurre el Bermejito, al que a veces llegan conjuntamente las aguas de los ríos Dorado y del Valle, que bajan de las Sierras del Maíz Gordo y normalmente se pierden en los Bañados del Quirquincho.

La cuenca del río Pasaje o Juramento puede dividirse en tres tramos: superior, medio e inferior. El primero es el más importante porque recibe la casi totalidad de sus caudales, de los que dependen la existencia de buena parte de la población salteña, incluyendo la capital. Al atravesar las Sierras Subandinas, su curso medio recibe solo afluentes temporarios de corto caudal, entre los que se destaca por su magnitud el río de Metán o Medina.

Ya en la llanura, es un río alóctono que cambia bruscamente su rumbo hacia el sudeste y se interna en una zona de suelos salinos a los que debe el nombre de Salado con el que se lo conoce en Santiago del Estero.

De las Sierras Subandinas bajan ríos y arroyos temporarios que se pierden a poco de ingresar en el Chaco semiárido. Sus escasos caudales tienen gran importancia local para la provisión de agua para consumo, pese a su alta concentración de materiales en suspensión, a los que deben su coloración rojiza, como el Itiyuro. Por otra parte, el Horcones irriga la zona de Rosario de la Frontera y el Urueña, la zona sur. Ambos se pierden en bajos salinos en Santiago del Estero.

La Puna salteña presenta un cuadro hidrológico particular. Sus escasos ríos nacen en las altas cumbres, alimentados por aguas de deshielo, y siguen sus vaguadas y quebradas de fuerte pendiente hacia las zonas bajas, donde originan lagunas salinas como las del Rincón y de las Salinas Grandes, y salares como los de Arizaro y Pocitos o Quirón.

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