Biomas de Neuquén

Existen tres tipos de biomas: bosque austral, estepa patagónica y monte.
En la zona occidental norte, las altas cumbres tienen nieve permanente y las lluvias son escasas, por lo cual hay poca vegetación. Se pueden apreciar arbustos achaparrados y aferrados al suelo para defenderse de los vientos que desde el océano Pacífico traen humedad. Esta generalmente no alcanza a transformarse en lluvia, por lo que la sequía y los rasgos de aridez son característicos en este sector.
La región occidental sur tiene clima frío con abundantes nevadas; en ella los vientos que llegan desde el Pacífico producen frecuentes precipitaciones pluviales que superan los 2 500 mm anuales en algunos sitios.

La vegetación más característica y abundante, sobre todo en la zona centro occidental, es la araucaria o pehuén, conífera típicamente neuquina y símbolo incorporado en sus insignias patrias, como en el escudo y la bandera. El bosque, de características subantárticas, alberga especies bellísimas, como lenga, ñire, alerce y arrayán. Posee gran riqueza floral en primavera, intenso cromatismo en otoño y variados matices de verdes en verano.

La región de la estepa patagónica presenta pocas lluvias, prolongados vientos calurosos y secos y vegetación rica en variedad de arbustos bajos y espinosos, como neneo, matasebo y cactus. Sus pastos endurecidos por la rigurosidad del clima otorgan un color uniforme y rústico a la estepa, pero durante la primavera su floración varía en matices que van del amarillo-naranja al ocre que lo convierten en un paisaje muy atractivo y especial.

El monte se caracteriza por escasa pluviosidad, con vientos fuertes y frecuentes, lo que deja grandes manchones de suelo desnudo, sin pastos perennes ni árboles. Se destacan la jarilla, el algarrobo arbustivo, el molle y el chañar, entre otros.
Con respecto a la fauna, en la zona cordillerana predominan el huemul o ciervo mediano, el ciervo enano -oriundo de la Patagonia- y el ciervo colorado -traído desde la Selva Negra centroeuropea-. En cantidades menores también se encuentran pumas o leones americanos, a los que los mapuches llaman pangui.

En la meseta esteparia habitan especies como el ñandú y el guanaco, junto a otras de menor talla como la liebre europea y la liebre patagónica o mara, la vizcacha, el peludo y la mulita -que en la región es conocida como piche-, además del zorro colorado.

La zona oriental, en los valles inferiores de los ríos Limay y Neuquén, posee también su propia fauna, integrada por animales de poco tamaño, tales como zorrinos, comadrejas, piches, algunas víboras, culebras y lagartijas.

 

Áreas Naturales Protegidas

En Neuquén se creó el Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas, que propuso generar un marco normativo que reglamentara la gestión y planificación de las áreas para su preservación y protección.

Del total de áreas protegidas en la provincia encontramos parques nacionales, parques y reservas naturales, de uso múltiple, forestales, refugio de vida silvestre y parque universitario. Todos ellos se encuentran bajo la administración provincial, privada o universitaria.

Parque Nacional Nahuel Huapi, por su valor ecológico y paisajístico protege una extensa área representativa de la región andina del norte de la Patagonia.

Parque Nacional Lanín, fue creado con el objeto de resguardar un sector representativo de los bosques andino-patagónicos, con especies como el pehuén, el raulí y el roble pellín, que en Argentina solo se encuentran en un área reducida de la cordillera neuquina. El parque está enmarcado en un hermoso paisaje de lagos y montañas.

Parque Nacional Laguna Blanca, se creó con el objeto de proteger uno de los lugares más importantes de nidificación del cisne cuello negro. La Laguna Blanca es alimentada por dos arroyos temporarios de escaso caudal: el del Llano Blanco y el Pichi-Ñireco. La avifauna acuática, espectacular por su variedad y cantidad, conforma el primordial atractivo del parque y tiene al mencionado cisne cuello negro como principal protagonista.

Parque Nacional Los Arrayanes, fue concebido con el objetivo de proteger al Bosque de Arrayanes. La vegetación natural del parque está conformada por los bosques de ciprés, coihue, radal y ñire, que crecen en la parte norte, además de varios arbustos, como por ejemplo, notro, chapel y ciruelillo, los cuales forman matorrales que en algunas partes se hacen más densos por la presencia de caña colihue.

En el extremo sur de la península de Quetrihué, próximo a la costa y cubriendo una superficie de aproximadamente 20 hectáreas, se encuentra la parte más espectacular del área: el bosque puro de arrayanes, árboles de flores blancas y corteza canela con irregulares manchas blanquecinas.

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