Recursos naturales de La Rioja

Las características del clima y el suelo secos, a lo largo y a lo ancho de la provincia, hacen imposibles los cultivos sin el auxilio de los sistemas de riego. Por otra parte, las lluvias estivales y el deshielo en las altas cumbres aumentan mucho el caudal de los ríos, secos durante casi todo el año, y los transforman en torrentes capaces de provocar peligrosos aluviones.

La Rioja produce principalmente vides (para vino y pasa), olivos (aceitunas para conserva, verdes y negras, y otras variedades para la elaboración de aceite) y nogales, entre otros. En los últimos años se ha desarrollado el cultivo de la jojoba.

Al sudeste de la ciudad de La Rioja, prosperan colonias frutihortícolas que producen cebollas, tomates, pimientos, melones y espinaca, entre otros.

La cría de animales tiene su mayor desarrollo en la región de los llanos. La ganadería riojana atiende más al número de cabezas que a su refinamiento. Tiene importancia la cría de caprinos, caracterizada por su natural adaptación a los climas rigurosos. La disponibilidad de ganado de cría es abundante. Su alimentación se basa en el forraje natural, reforzado en las zonas más áridas, donde se siembran forrajeras (especialmente alfalfa y sorgo).

La Rioja posee abundantes recursos mineros, principalmente rocas de aplicación, como granito negro, granito rojo, piedra laja roja, piedra laja negra, ceniza volcánica y áridos, entre otros. También encontramos minerales no metalíferos, como por ejemplo, feldespato, grafito, cuarzo, yeso, bentonita, arcilla, cloruro de sodio y sulfato de sodio.