Historia de Jujuy
Al iniciarse la conquista española, en el territorio jujeño vivían diversos pueblos indígenas, que se resistieron con tenacidad al avance de los hispanos. Además, la región estaba en conflicto porque los españoles de Chile y Perú pretendían dominar el territorio del Tucumán, el cual abarcaba las actuales provincias de Salta y Jujuy.
Hubo varios intentos para fundar una ciudad. El primero lo realizó Juan Pedro de Zurita, el 20 de agosto de 1561, con el nombre de Nieva, entre los ríos Grande y Xibi-Xibi; pero a mediados de 1563 fue destruida por los indígenas. Ese mismo año el rey Felipe II de España envió una real cédula fijando los límites territoriales, quedando la Gobernación del Tucumán bajo la jurisdicción del Virreinato del Perú.
Otra fundación la efectuó don Pedro de Zárate, el 13 de octubre de 1575, en la zona llamada Punta de Diamante, con el nombre de San Francisco de la Nueva Provincia de Álava, pero duró solamente un año: también fue destruida por los nativos.
Finalmente, 19 de abril de 1593, Francisco de Argañaraz fundó la ciudad de San Salvador de Velasco en el Valle de Jujuy, actual capital de la provincia.
Durante las guerras por la independencia, Jujuy se convirtió en el escenario de las batallas entre el ejército del Norte y los realistas. Dos años después de la Revolución de Mayo, el pueblo jujeño luchaba fervientemente, pero la poca formación militar y los escasos recursos lo llevaron a varias derrotas, como la de Cotagaita, la de Nazareno y la de Desaguadero. Sólo el triunfo en Suipacha a cargo de Martín Miguel de Güemes los mantenía animados.
La solución a la amenaza realista la dio el Gral. Manuel Belgrano, el 22 de agosto de 1812. Impartió la orden de abandonar el pueblo al día siguiente, encabezando él mismo la retirada, conocida con el nombre de “éxodo jujeño”. El 20 de febrero de 1813 se produjo la batalla de Salta y el ejército realista sufrió una aplastante derrota, debiendo retirarse; a los pocos días los emigrados volvieron a sus tierras, pero tuvieron que soportar once invasiones más.
El 27 abril de de 1821 las fuerzas jujeñas derrotaron a los realistas en el combate de León; esta fecha es recordada como el Día Grande de Jujuy. Este suceso puso fin a la invasión realista.
El 18 de noviembre de 1834 la provincia se independizó de Salta, proclamando su autonomía y designó a Fascio como gobernador provisorio. Al año siguiente fue sancionada la primera Constitución Provincial, nombrando gobernador al general Fermín dela Quintana.
Recién en diciembre de 1836 el gobierno nacional reconoció oficialmente la autonomía provincial. Fueron muchas las reformas que sufrió la constitución de la provincia, hasta que el 22 de octubre de 1986 se sancionó la que rige actualmente.
Jujuy transitó numerosas disputas por cuestiones limítrofes con Chile, Perú y con su vecina provincia de Salta.