Clima de Córdoba
La provincia está influida por tres tipos de clima. En el extremo noroeste predomina el clima árido de sierras y bolsones, caracterizado por temperaturas medias anuales entre 10 y 12°C, con amplitudes térmicas anuales y diarias muy amplias y precipitaciones insuficientes, aunque torrenciales y de verano.
En el extremo norte predomina el clima subtropical con estación seca, con temperaturas medias anuales de 12°C y precipitaciones anuales que oscilan entre 650 y 900 mm.
El resto del territorio se encuentra bajo la influencia del clima templado pampeano, caracterizado por temperaturas medias anuales entre 9 y 12°C y precipitaciones que varían de 700 mm a 900 mm.
El régimen de los ríos es esencialmente pluvial y se manifiesta la disparidad en la distribución anual de las lluvias: 40% en el verano, 25% en cada una de las estaciones intermedias y 5% en el invierno.
Las precipitaciones son de poca intensidad: el 70% no llega a 10 mm y sólo el 1% supera los 50 mm; pero en las cumbres el monto anual aumenta por encima de 800 mm porque son más intensas, con frecuencia en forma de granizo y aún de nevadas de corta duración, cuya rápida fusión genera crecientes instantáneas.
La incidencia de las sierras se refleja no solo en la distribución de las lluvias y en un generalizado descenso de los valores medios de las temperaturas, sino también en el fenómeno conocido como inversión de la temperatura. Esta situación beneficia a las localidades ubicadas en la periferia de los valles y bolsones, en las que el aire caliente del fondo del valle asciende en horas de la noche, impidiendo el descenso del aire frío de altura y disminuyendo el riesgo de heladas.
De ese modo es posible obtener cultivos que no se dan ni en el fondo del valle por enfriamiento nocturno, ni en las zonas más altas de las serranías, naturalmente más frías.