Historia de Córdoba
La ocupación española de estas tierras fue iniciada por Francisco de Aguirre hacia 1556.
El propósito de los conquistadores del Alto Perú era encontrar una ruta de acceso hacia el río dela Plata. Estodeterminó que don Jerónimo Luis de Cabrera fundara la ciudad de Córdoba dela NuevaAndalucíaa orillas del río Suquía el 6 de julio de 1573, en un sitio llamado por los lugareños Quizquizacate, que en idioma sanavirón significa “Encuentro de los ríos”. Cabrera la nombró así en homenaje a su ciudad natal española, Córdoba, en la comunidad de Andalucía.
Después de su fundación, Córdoba integróla Gobernacióndel Tucumán, con dependencia política del Virreinato del Perú, y en el año 1776 pasó a formar parte del Virreinato del Río dela Plata.
Unos años más tarde, el Virreinato se dividió administrativamente y se crearon dos gobernaciones:la Intendenciade Salta del Tucumán y la de Córdoba del Tucumán. En 1783 se declaró a la ciudad de Córdoba capital dela Intendencia.Suprimer gobernador intendente fue el marqués de Sobremonte, quien durante su gestión llevó a cabo una gran cantidad de obras públicas.
La ciudad participó dela Revoluciónde 1810 y fue protagonista de cruentas batallas entre unitarios y federales. En 1820 declaró su autonomía hasta llegar a sancionar en 1855 su propia Constitución.
La provincia tuvo un notorio crecimiento gracias al aporte inmigratorio, a la llegada del ferrocarril, a la instalación del Observatorio Astronómico, a la apertura de casas bancarias y a la radicación de colonias agrícolas, que la colocaron como centro de administración, redistribución de bienes y nudo de comunicaciones.
Luego de la conquista española vino la evangelización, con la labor de los franciscanos primero y de los jesuitas después, que, empeñados en tareas de educación y difusión del conocimiento, construyeron estancias en las afueras de la ciudad, el templo principal de la Compañía de Jesús y también fundaron la universidad más antigua del territorio nacional en 1613. Dejaron en la provincia un testimonio cultural, económico y constructivo.
En el año 2000 tanto el Camino de las Estancias comola Manzana Jesuítica fueron declarados por la Unesco Patrimonio dela Humanidaddebido a su importancia histórica y cultural.