Relieve e Hidrografía de Santa Fé

El valle del río Salado es el que divide el ámbito de las grandes llanuras: la baja Llanura Chaqueña al norte, y la relativamente elevada Llanura Pampeana al sur, sin alcanzar en ningún caso la cota de 150 m.

El Chaco santafesino es la parte de la enorme fosa de hundimiento de dimensión continental que yace entre el bloque levantado de Brasilia al este, y los relieves serranos al oeste, soportando un espeso manto de sedimentos de edad y orígenes diversos, continentales y marinos.

Fue movido por los movimientos tectónicos que acompañaron al levantamiento de Los Andes, produciéndose una serie de fallas de orientación norte-sur que afectaron a los bloques del subsuelo, sin alterar marcadamente el nivel de la llanura. Sin embargo, influyeron en la dirección norte-sur del drenaje, dificultosamente encauzado hacia el Salado a través de los llamados bajos meridionales, colectores de las aguas que escurren desde las zonas colindantes de las provincias de Chaco y Santiago del Estero.

Al sur del río Salado, los bloques levantados de la pampa, igualmente afectados por el movimiento andino, también han tenido comportamiento diferencial, elevándose los que integran la Pampa Ondulada. Esta presenta una abrupta barranca de 10 a 20 m de altura frente al río Paraná, y una marcada pendiente hacia la depresión del sudoeste, generada por los bloques hundidos, en la que tiene sus nacientes el río Salado del sur (Buenos Aires).

Una serie de fallas paralelas a la falla del Paraná y otras que las cortan transversalmente en forma radial, ejercen sobre el curso de los ríos un marcado control, caracterizado por bruscos cambios de rumbo.

El comportamiento de la red de drenaje permite distinguir tres sectores. El primero de ellos, extraordinariamente nivelado, está entre el río Salado y el río Carcarañá.

Otro sector ligeramente ondulado, surcado por abundantes ríos de orientación sudoeste-nordeste que desaguan en el Paraná, se extiende desde el Carcarañá hasta el arroyo del Medio, limitado al oeste por la falla que condiciona el curso del arroyo de las Tortugas.

En los sitios de mayores pendientes el escurrimiento es más libre, por lo cual en el curso de los arroyos pueden distinguirse generalmente dos tramos, por efecto del movimiento de ascenso que caracteriza al labio santafesino en la falla del Paraná: el tramo superior, de cauce no bien definido, y el inferior, bien entallado entre barrancas y formando pequeños saltos al tropezar con el subsuelo, resistente a la erosión.

Un tercer sector más bajo abarca el sudoeste de la provincia, al pie de la prolongación de la Falla de Tortugas, caracterizado por la indefinición del drenaje, con formación de lagunas y bañados.

El río Paraná, vía navegable cuyo caudal acredita su condición de gran colector de precipitaciones provenientes de una vasta zona tropical, escurre a lo largo de una amplia falla de magnitud continental, cuyo labio santafesino presenta un perfil desigual: desde Coronda hacia el sur, se levanta paulatinamente formando una abrupta barranca que acompaña a la pampa ondulada; hacia el norte se deprime en correspondencia con la llanura chaqueña.

El hecho da lugar a dos tramos del río de comportamiento diferenciado: el norte, con el cauce principal recostado sobre la ribera mesopotámica, que se abre al oeste en gran número de brazos y que construye multitud de islas, definiendo en el valle dos terrazas escalonadas de baja altura, cuyos albardones presentan los únicos niveles no expuestos a riesgo de inundación, bordeados por una serie de cauces paralelos al del Paraná (se destaca por su navegabilidad el brazo Paraná Miní-San Javier).

Por otro lado, el tramo sur del curso principal corre al pie de la barranca y brinda oportunidad para la instalación de buenos puertos desde San Lorenzo hasta Villa Constitución, incluyendo el de Rosario. Su profundidad, suficiente en el pasado para el calado de buques de ultramar hasta Santa Fe, presenta hoy severas restricciones.

Uno de sus afluentes es el Salado, río alóctono que baja del borde de la Puna. De curso un poco intermitente, retoma en Santa Fe un flujo constante sólo después de recibir las aguas del río Calchaquí y, casi simultáneamente, las del arroyo Las Conchas.

Su cauce se amplía entonces y recibe el aporte de gran cantidad de cañadas y derrames provenientes de sectores inundables de la chata llanura pampeana, conectados entre sí por medio de canales y desagües que permiten el drenaje de las aguas pluviales, como ocurre, por ejemplo, con las canalizaciones de los arroyos San Antonio, Saladillo y Cululú.

Desde mediados de diciembre hasta abril, a las aguas locales se suman las de las lluvias caídas en las nacientes, y el Salado desborda provocando inundaciones estacionales que, combinadas con un drenaje deficiente, favorecen la salinización de los suelos y el desarrollo de vegetación halófila, con isletas de algarrobo en las partes altas. Esto implica desde luego severas restricciones zonales para la agricultura.

Hacia la desembocadura, la corriente se hace muy lenta y el curso describe gran cantidad de meandros en un valle muy amplio que invade durante las crecientes, amenazando los barrios del sur de la ciudad de Santa Fe, para volcarse finalmente en el río Coronda, desagüe natural de las lagunas encadenadas El Capón o San Pedro, al norte, de Leyes en el centro, y finalmente la laguna Setúbal o Guadalupe, que enmarca a la ciudad de Santa Fe por el noroeste.

En el Coronda desagua también el Carcarañá, río alóctono proveniente de las Sierras de Córdoba. Por la retención de las aguas en los grandes embalses construidos en la cuenca del Tercero, los caudales sufren una gran merma al llegar a Santa Fe, recibiendo en el límite al arroyo de las Tortugas; allí el Borde de los Altos desvía su curso hacia el sur.

 

República Argentina     40 117 096 habitantes.

Provincia de Santa Fe     3 194 537 habitantes.

 

Los arroyos de la Pampa Ondulada desaguan todos directamente en el Paraná, alimentados por las lluvias locales.

La pampa baja que se ubica en las nacientes del Salado del sur, es un área de drenaje deficiente en la que las lluvias superiores a los 800 mm anuales generan lagunas y bañados de larga persistencia.

 

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